Los resultados de descuidar la disciplina en la iglesia.
Los resultados de descuidar la disciplina en la iglesia.
La iglesia que es negligente en confrontar y corregir en amor a sus miembros no está mostrando bondad. Dicha iglesia está, realmente impidiendo la obra de Dios y el avance del Reino de Cristo. Una iglesia sin disciplina se carácter por su falta de:
1- Pureza: (Efesios 5:25-27; 1 Cor. 5:6; Heb 12:15; 2 Timoteo 2:16-17). La negligencia en disciplinar al miembro en pecado, resulta en una iglesia impura; bien es cierto que no podemos sacar a los creyentes del mundo, pero si podemos y debemos esforzarnos por sacar al mundo de la iglesia. Por eso el Pablo dice en 1 Cor. 5:13 "Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros"
2- Poder: (Josué 7:1-12). Acán pecó y sufrió todo el pueblo. Pero, ¿por qué si Acán pecó la nación también sufrió las consecuencias? Desde una perspectiva teologíca y divina, los actos de una persona pueden ser atribuidos a toda la familia a la que pertenecen (Rom. 5:12). Acán robó a toda la nación de la pureza y santidad que debía tener ante Dios. El pecado en el campamento de Israel resultó en la pérdida de la bendición para toda la nación. Así como la congregación de Israel no podía permanecer indiferente al pecado de uno de sus miembros, tampoco la iglesia local puede permitirse el lujo de ser negligente con el santo que peca.
3- Progreso: Sólo después de que Acán fue confrontado y quitado, Israel pudo salir en el poder de Dios y conquistar a Hai (Josué 8:1-19). Si hay pecado en tu iglesia comfróntalo. Sólo entonces la iglesia podrá disponer del poder de Dios para cumplir su misión.
Debemos de tener en cuenta 4 realidades en cuanto al juicio de Dios sobre el pueblo de Dios en la contemplación de Josué 7 y 8:
1- Cuando pecamos, Dios lo sabe (porque Él es omnisciente)
2- Cuando pecamos, las bendiciones se demoran o se detienen. Hasta pueden detenerse para todo un grupo en base al pecado de uno o de unos pocos. Si no es así, es una muestra de la sobreabundante Gracia de Dios, para con los pecadores. No juguemos con Su Gracia.
3- Habrá juicio, sea de nosotros mismos en la confesión de nuestro pecado, o de parte de Dios.
4- Si nos volvemos a Él, la bendición abundará de nuevo.
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