Despójate de tu mérito personal

 



📖 Devocional: Filipenses 3:4-11

Texto:
"Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.
Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos."
Filipenses 3:4-11 (RVR1960)


Reflexión

Pablo comparte aquí su impresionante currículum religioso y social, pero nos enseña una lección poderosa y muy importante: ningún logro humano puede compararse con el hecho de conocer a Cristo. Todo lo que antes consideraba valioso, ahora lo ve como pérdida al lado de la excelencia de tener a Jesús como Señor.

Este pasaje nos reta a examinar nuestras prioridades y a recordar que nuestra verdadera identidad y valor no están en lo que hemos alcanzado, sino en nuestra relación con Cristo. No se trata de acumular méritos, sino de vivir por fe, confiando en la justicia que viene de parte de Dios.


🙌 Aplicación para hoy

  • Evalúa qué cosas o logros has puesto por encima de tu relación con Dios.

  • Pregúntate si estás descansando más en tus capacidades, títulos o logros que en Cristo.

  • Recuerda que lo eterno vale más que lo temporal. Todo lo demás es secundario cuando se trata de conocer a Jesús y vivir en Su plan y propósito.


📌 Oración

Señor, ayúdame a reconocer que nada en este mundo se compara contigo. Que todo lo que logre o posea no ocupe jamás el lugar que te corresponde. Enséñame a valorar lo eterno y a caminar cada día más cerca de Ti, conociéndote más y descansando en Tu justicia. En Tu nombre. Amén.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una Esperanza Viva

¿Conocer a Dios o conocer de Dios?

¿Conocimiento almacenado o conocimiento aplicado?