Cristo, nuestra paz
Devocional – Efesios 2:11-18
“Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne […] estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación [...] para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca. Porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.”
Título: “Cristo, nuestra paz”
Reflexión breve:
Pablo recuerda a los creyentes gentiles su condición pasada: sin Cristo, sin ciudadanía espiritual, sin promesa, sin esperanza y sin Dios. Pero luego declara una verdad poderosa: “Pero ahora en Cristo Jesús”. Por su sangre, los que estaban lejos han sido acercados.
Jesús no sólo reconcilia al ser humano con Dios, sino también entre sí. Él derribó la separación entre judíos y gentiles, creando un solo pueblo nuevo. En un mundo fragmentado por divisiones, Cristo es quien hace la paz y nos une como una sola familia espiritual.
Aplicación personal:
-
¿Eres consciente de cómo Cristo ha derribado las barreras en tu vida?
-
¿Vives como alguien reconciliado con Dios y con los demás?
-
¿Estás siendo instrumento de paz en tus relaciones?
Oración:
Señor Jesús, gracias porque tú eres mi paz. Tú me acercaste al Padre cuando estaba lejos, y también me llamaste a vivir en unidad con otros. Ayúdame a derribar muros, no a construirlos, y a reflejar tu paz en cada relación. En tu nombre. Amén.
Comentarios
Publicar un comentario