Restaurar con amor, cargar con humildad

 




📖 Devocional: Restaurar con amor, cargar con humildad

Texto base: Gálatas 6:1–5

“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. Porque el que se cree ser algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse solo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga.”
— Gálatas 6:1–5

🪔 Reflexión

Este pasaje nos presenta una imagen profunda del cuidado comunitario dentro del cuerpo de Cristo. Pablo comienza reconociendo que los creyentes pueden caer en faltas. Pero la respuesta no debe ser el juicio ni la condena, sino la restauración con mansedumbre.

El llamado es claro: si eres espiritual, tu tarea no es criticar ni señalar las faltas o pecados de tus hermanos, creyendo que porque nos caes en las mismas cosas que otros han caído tienes un plus de espiritualidad, si hacas tal cosa, tienes un espíritu arrogante, ególatra y narcisista. Tu tarea al ver a algún miembro de la familia de la fe caído, no es  otra cosa sino levantar con humildad, sabiendo que tú también puedes caer, si no en lo mismo, en otras cosas. Esto refleja el carácter de Cristo: restaurador, no acusador.

Por experiencia propia, he llegado a la conclusión de que cuando veo alguna falta o pecado en algún hermano en la fe, normalmente suelo de llamarle la atención cuando dicha falta o pecado atenta contra mi persona, es decir, cuando alguien me miente o no es del todo sincero conmigo. Si somos honestos solemos señalar y apuntar todas aquellas faltas o pecados de los demás que de una manera u otra nos hacen sentir mal. Esto denota tener un corazón centrado en sí mismo y en su propio bienestar.  

Por otro lado, Pablo nos enseña a llevar las cargas los unos de los otros. Todos luchamos con cargas invisibles: culpa, ansiedad, dolor, dudas. Al compartir y ayudar a llevar esas cargas, cumplimos la ley de Cristo, que es el amor.

Pero también nos recuerda que cada uno tiene una responsabilidad personal: no podemos culpar a otros por lo que sólo nosotros debemos llevar ante Dios. Hay cargas que son compartidas, y otras que debemos asumir con madurez y honestidad.

🙋 Aplicación

  • ¿Estás dispuesto a restaurar a alguien con mansedumbre en vez de criticar?

  • ¿Llevas con humildad las cargas de los demás o vives centrado solo en ti?

  • ¿Estás tomando responsabilidad por tu vida espiritual delante de Dios?

🙏 Oración

Señor, enséñame a amar como Tú amas. Ayúdame a restaurar con gracia, a no caer en el juicio, y a estar dispuesto a cargar las cargas de mis hermanos. Líbrame del orgullo y de pensar que soy más que los demás. Dame humildad para vivir en comunidad y responsabilidad para caminar contigo. En el nombre de Jesús, amén.



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