El Privilegio de Anunciar las Riquezas de Cristo

 




📖 Devocional: "El Privilegio de Anunciar las Riquezas de Cristo"

Lectura:
Efesios 3:8-13

Versículo clave:
"A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo." (Efesios 3:8)


✨ Reflexión:

Pablo se presenta a sí mismo como el menos digno de todos los creyentes, y aun así, reconoce que Dios le concedió el privilegio de anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo. Esto nos enseña que Dios no llama a los más capacitados, sino que capacita a los que llama, y que su gracia se manifiesta en la debilidad humana.

El propósito de ese anuncio no sólo era salvar a las personas, sino también dar a conocer la multiforme sabiduría de Dios, incluso a los seres celestiales (v.10). Es un recordatorio de que el plan de Dios abarca dimensiones que van más allá de lo que podemos ver.

Además, Pablo afirma que por medio de Cristo tenemos libertad y acceso a Dios con confianza (v.12). Ya no somos extraños ni excluidos, sino hijos que pueden acercarse al Padre sin temor.

Finalmente, Pablo anima a los creyentes a no desanimarse por sus tribulaciones, pues esas pruebas, lejos de ser motivo de vergüenza, son parte del plan de Dios para gloria de su iglesia (v.13).


📌 Aplicación para hoy:

  • Reconoce que la gracia de Dios te alcanza sin importar tu pasado o condición. Si Pablo, perseguidor de la iglesia, fue llamado, tú también puedes ser usado para grandes cosas.

  • Aprovecha el privilegio de anunciar a otros las riquezas de Cristo. No te guardes el evangelio: otros necesitan escuchar de su amor, perdón y esperanza.

  • Acércate a Dios con confianza. No permitas que el miedo, la culpa o las circunstancias te alejen. Por Cristo, tienes acceso directo al Padre.

  • No te desanimes en medio de las pruebas. Dios usa incluso las dificultades para glorificarse y para bien de su iglesia.


🙏 Oración:

Señor, gracias porque, aunque no lo merezco, me has alcanzado con tu gracia. Gracias por darme el privilegio de conocerte y anunciar a otros tus riquezas inagotables. Ayúdame a valorar ese llamado y a vivir confiado, sabiendo que puedo acercarme a ti en todo momento. Fortaléceme en medio de las pruebas y permite que mi vida te glorifique siempre. En el nombre de Jesús. Amén.

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