¿Conocimiento almacenado o conocimiento aplicado?

 


Retomando en tema de ayer acerca del conocimiento de Dios y de la manera en que ralmente podemos llegar a conocerle verdaderamente, deberíamos honestamente respondernos algunas preguntas al respecto, la pregunta principal tiene que ver con nuestros propios motivos o intenciones por los cuales queremos llegar a conocer a Dios. Pero además podríamos plantearnos las siguientes preguntas: 
¿Cuál es mi última meta o propósito para pretender llegar al conocimiento de Dios? o dicho de otra forma, ¿Para qué quiero verdaderamente conocerle? y una vez que haya adquirido dicho conocimiento ¿Qué voy a hacer con él?. Porque para ser sincero, este tipo de preguntas es necesario, no sólo enfrentarse a ellas, si  no ser totalmente honestos al responderlas. Alguien quizá se pregunte el porqué es tan crucial responder a estas cuestiones en particular. Bueno, por propia experiencia puedo decir que, si buscamos el conocimiento teológico de Dios por lo que es en sí mismo, terminará por resultarnos contraproducente. ¿Porqué?. Quienes me conocen saben perfectamente que me encanta estudiar la Biblia, Teología Sistemática, Herméutica, y todo lo que tiene que ver con el estudio en profundidad de las Escrituras. Seguramente habrá quien no le encaje lo que está leyendo ahora mismo, pero como todo hijo de Dios, cada uno de sus hijos, tenemos un trato especial y particular. Ahora para contestar a la pregunta  de ¿Porqué el conocimiento de Dios nos puede llegar a ser contraproducente, si la meta es simplemente es dicho conocimiento? La respuesta más honesta y sincera, partiendo de mi propia experiencia en esta área, es que nos puede llegar perjudicar de tal manera que nos vuelva orgullosos y engreídos. Tal conocimiento, al ser tanta la grandeza del tema, nos intoxicará, y tenderemos a sentirnos superiores a otros cristianos debido al interés que hemos mostrado nosotros en cierto tema, no como ellos. Corremos el peligro de despreciar a otros por su falta de conocimiento teológico y desecharemos sus maneras de pensar respecto a Dios por su falta de estudio y nos las valoraremos. Esto en realidad es muy peligroso a la hora de nuestra relación con otros hermanos. Hay algo que el Apóstol Pablo les dijo a los ensoberbecidos corintios: "......El conocimiento envanece......Si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo" (1ª Cor. 8:1-2). Voy a ser directo, si tu objetivo a la hora de querer conocer a Dios, si el deseo de estudiar la Biblia no va más allá que el de saber todas las respuestas, será mejor olvidarse de ello, porque te puede conducir al orgullo, el engreimiento y lo que es peor, al autoengaño.
Proverbios 4:23 " Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón....." Debemos guardar nuestro de corazón de no albergar semejante actitud, y orar para que esto no ocurra. 
Bien es cierto que no puede haber una buena salud espiritual sin un conocimiento doctrinal, pero también es verdad que no gozaremos de una buena salud espiritual si no vivimos lo que ya conocemos. Y aquí es donde está el problema, el estudio doctrinal puede volverse realmente peligroso para la vida espiritual, y nosotros más que nunca, como los corintios debemos no caer en la peligrosa arrogancia en la que ellos cayeron.

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